QUÉ CREEMOS

Creemos que la Biblia, que incluye 39 libros del Antiguo Testamento y 27 libros del Nuevo Testamento, es "exhalada por Dios" y no tiene errores en sus formas originales. La Biblia tiene a Dios por su autor y la salvación por su fin. Su contenido está totalmente centrado en el Señor Jesucristo y ninguna parte de la Escritura puede entenderse correctamente hasta que lo lleve a Él.

Lucas 4:16–21, 24:27 | Juann 5:39 | Hechos 17:2–3 | 2 Timoteo 3:16–17 | 2 Pedro 1:21

Creemos que el Dios Trino ha existido eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y que estos tres son un solo Dios. Dios es omnisciente, todopoderoso, presente en todos los lugares en todo momento, santo, amoroso, justo, infinito y eterno. Al ser un solo Dios, cada una de las Personas de la Trinidad es digna de exactamente el mismo honor, confianza y obediencia.

Mateo 28:18–19 | Marcos 12:29 | Juan 1:14 | Hechos 5:3–5 | 2 Corintios 13:14 | Hebreos 1:1–3 | Apocalipsis 1:4–6

Dios el Padre ha reinado con cuidado providencial sobre su universo, sus criaturas y el flujo de la corriente de la historia humana de acuerdo con los propósitos de su gloriosa gracia. Él es todopoderoso, omnisciente, amoroso y sabio. Él es paternal en su actitud hacia aquellos que son llamados sus hijos a través de la fe en Jesucristo.

Génesis 1:1; 2:7 | Exodo 3:14 | Mateo 6:9–15; 7:11; 23:9; 28:19 | Marcos 1:9–11 | Juan 4:24; 5:26; 14:6–13; 17:1–8 | Hechos 1:7 | Romanos 8:14–15 | 1 Corintios 8:6 | Gálatas 4:6 | Efesios 4:6 | Colosenses 1:15 | 1 Timoteo 1:17 | Hebreos 11:6; 12:9 | 1 Pedro 1:17 | 1 Juan 5:7

Creemos en Jesucristo, el Hijo eterno de Dios. Él es la imagen del Dios invisible y la huella exacta de su naturaleza. A través de Jesús, se revela la plenitud de la naturaleza y el carácter de Dios. Jesucristo, en su encarnación, fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María, haciéndolo completamente Dios y completamente hombre.

Cristo, al encarnarse, vivió su vida en completa y perfecta obediencia a la voluntad del Padre y la Ley. Creemos que fue crucificado, murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día. Después de mostrarse a muchos testigos, ascendió al cielo donde ahora se sienta a la diestra de Dios y espera regresar en poder y gloria para consumar su misión redentora.

Isaías 7:14 | Mateo 1:18–25 | Lucas 1:26–38 | Juan 1:1, 14, 18, 20:28 | 1 Corintios 15:3–8 | Efesios 1:20–21 | Filipenses 2:5–7 | Colosenses 1:15 | Hebreos 1:3, 8, 10

Creemos en Dios el Espíritu Santo, quien es completamente Dios y estuvo allí "en el principio". Su ministerio es glorificar al Señor Jesucristo y convencer a los hombres de pecado, dar vida al creyente y guiar, instruir y capacitar a los creyentes para la vida y el servicio piadoso.

Génesis 1:2 | Juan 14:14–15, 16:18 | Hechos 5:3–5 | Romanos 8:26

Creemos que la humanidad fue creada a imagen de Dios como el pináculo de sus obras creativas. El hombre era inocente en el jardín, pero por elección se rebeló contra Dios al desobedecer Su mandamiento, lo que resultó en que el pecado y la muerte entraran en la raza humana.

A través del pecado de Adán, todos los hombres han entrado en su culpa y han heredado una naturaleza de rebelión pecaminosa contra Dios que lo somete a la condenación de Dios. Es solo por gracia, a través de la fe solo en Cristo, que Dios trae a los hombres a una relación correcta consigo mismo.

Génesis 1:26–28 | Salmos 8:3–8 | Romanos 5:12, 15–21 | Efesios 2:8–9

Creemos que la salvación es el don gratuito de Dios que viene solo por gracia a través de la fe solo en Cristo, aparte de cualquier esfuerzo humano. El Evangelio es la proclamación de la buena noticia de que Jesucristo vivió una vida perfectamente sin pecado y que murió la muerte de un pecador en una cruz, fue sepultado y resucitó al tercer día a una nueva vida.

La salvación ocurre cuando recibimos este evangelio, confesando con nuestras bocas que Jesús es el Señor y creyendo en nuestros corazones que Dios lo levantó de los muertos. Después de la salvación, el Espíritu Santo mora y sella al creyente hasta el día en que lo encontremos cara a cara.

Juan 14:6 | Romanos 10:9–10 | 1 Corintios 15:1–7 | 2 Corintios 4:4 | Efesios 1:13–14, 2:8–9 | Filipenses 1:6

Creemos que todos los que están unidos al Señor Jesús a través del evangelio de la gracia son miembros de la Iglesia, el Cuerpo y la Novia de Cristo, desde la resurrección de Jesús hasta nuestros días.

También creemos que la iglesia del Nuevo Testamento es un cuerpo local de miembros, creyentes bautizados y habitados por el Espíritu, que se reúnen para observar el bautismo y la Cena del Señor, que están comprometidos a predicar y enseñar con precisión la Palabra de Dios, y que buscan difundir el evangelio hasta los confines de la Tierra.

En un organismo local de este tipo, los miembros son igualmente responsables unos de otros para emplear sus dones dados por Dios al servicio del Cuerpo.

Los oficiales bíblicos de la iglesia son pastores, llamados a pastorear y enseñar, y diáconos llamados a servir al Cuerpo.

Efesios 4:11–12 | 1 Timoteo 3:8–13 | 1 Corintios 12

Creemos que aquellos a quienes Dios ha salvado son enviados al mundo por Cristo tal como lo fue por el Padre. Los que somos enviados somos embajadores, comisionados para hacer discípulos del mundo entero. También creemos que todos deberían tener la oportunidad de examinar cuidadosamente los hechos acerca de Jesús y tener la oportunidad de tomar una decisión informada y educada sobre él y sus afirmaciones.

Mateo 28:18–20 | Juan 17 | 2 Corintios 5:14–21

Estas son las ordenanzas de la iglesia. El bautismo cristiano es la inmersión de un creyente en agua en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por lo tanto, identifica al creyente con Dios. Es un acto de obediencia que simboliza la fe del creyente en un Salvador crucificado, sepultado y resucitado, la muerte del creyente al pecado, el entierro de la vida antigua y la resurrección para caminar en la novedad de la vida en Cristo Jesús.

El bautismo es también un testimonio de la fe del creyente en la resurrección final de los muertos. Al ser una ordenanza de la iglesia, es un requisito previo para ser miembro de la iglesia. La comunión, también llamada La Cena del Señor, es un acto simbólico de obediencia por el cual aquellos que profesan fe en Jesucristo, al participar del pan y el fruto de la vid, conmemoran y proclaman la muerte del Redentor y anticipan su segunda venida.

Mateo 26:26–29, 28:19 | Marcos 14:22–25 | Lucas 22:14–23 | Romanos 6:1–4 | 1 Corintios 11:23–26

Interesado en el bautismo

Dios, en su propio tiempo y en su propia manera, llevará al mundo a su fin apropiado. De acuerdo con su promesa, Jesucristo regresará personal y visiblemente en gloria a la tierra, los muertos resucitarán y Cristo juzgará a todos los hombres con justicia. Los injustos serán enviados al infierno, el lugar del castigo eterno. Los justos en sus cuerpos resucitados y glorificados recibirán su recompensa y habitarán y reinarán para siempre con el Señor en el cielo nuevo y la tierra nueva.

Mateo 25:31–46 | Marcos 13:32–36 | Apocalipsis 21–22

Dios ha ordenado a la familia como la institución fundamental de la sociedad humana. Está compuesto por personas relacionadas entre sí por matrimonio, sangre o adopción. El matrimonio es la unión sagrada de un hombre y una mujer en un compromiso de alianza para toda la vida. Es el regalo único de Dios revelar la unión entre Cristo y su Iglesia.

Los niños, desde el momento de la concepción, son una bendición y herencia del Señor. Los padres deben enseñar a sus hijos valores espirituales y morales, y guiarlos, a través de un ejemplo de estilo de vida constante y disciplina amorosa, a tomar decisiones basadas en la verdad bíblica. Los hijos deben honrar y obedecer a sus padres.

Génesis 2:24 | Éxodo 20:12 | Deuteronomio 6:4–9 | Salmos 139:13–16 | Mateo 19:4–5 | Efesios 5:31–32, 6:1–3